Seguramente alguna vez te habrás preguntado cuánto consume una nevera en casa. Es normal, puesto que al fin y al cabo hablamos de un electrodoméstico que se encuentra enchufado 24 horas los 365 días del año, y que cumple una función fundamental en nuestra jornada cotidiana.
Es por ello que, a través de este post, te vamos a dar las claves para saber interpretar cuál es el verdadero consumo que tiene tu frigorífico y además te vamos a dar una serie de consejos para poder ahorrar energía con él, independientemente de su marca o modelo.
¿Cuánta energía consume una nevera?
Como hemos dicho anteriormente, una nevera es un electrodoméstico que por su uso diario tiene un consumo ciertamente elevado. De hecho, los estudios nos dicen que, de media, una nevera gasta unos 662 kilovatios por hora, algo que puede llegar a representar a nivel anual hasta un 30% del total de nuestro consumo de luz.
El consumo energético de una nevera puede variar dependiendo de varios factores. En general, una nevera moderna estándar consume entre 100 y 400 kWh por año. Sin embargo, el tamaño, el modelo, la eficiencia energética y cómo se utiliza son factores que pueden influir en este consumo.
Es importante destacar que las neveras con calificación de eficiencia energética A+++ son las más eficientes. Estos modelos pueden consumir hasta un 60% menos de energía que los modelos con calificaciones inferiores. Así que, si estás pensando en comprar una nueva nevera, es recomendable optar por uno de estos modelos para ahorrar en la factura de electricidad.
El uso que le des a tu nevera también puede afectar su consumo. Por ejemplo, si dejas la puerta abierta durante mucho tiempo o si la llenas demasiado, la nevera tendrá que trabajar más y, por lo tanto, consumirá más energía. Así que, el uso responsable y consciente de la nevera puede ayudarte a reducir su consumo.
Otro factor a tener en cuenta es el lugar donde colocas la nevera. Si está cerca de fuentes de calor como el horno o en un lugar donde recibe la luz del sol directamente, tendrá que trabajar más para mantenerse fría. Por lo tanto, la ubicación de la nevera puede influir en su consumo energético.
Consumo variable dependiendo de las eficiencias energéticas en neveras
Eso sí, debemos saber que este consumo varía en función del frigorífico que tengamos. Y aquí ya no hablamos de marcas, sino de la clase energética de nuestro electrodoméstico.
En este sentido, cuando compramos una nevera solemos fijarnos mucho en el precio porque lo normal es que queramos ahorrar en nuestra compra. Sin embargo, el famoso dicho de menos es más aquí cobra todo el sentido del mundo.
Y es que, por no gastarnos un poco más en el momento de la compra, podemos estar escogiendo una nevera con una eficiencia energética que nos acabe haciendo pagar mucho más por el consumo que está generando.
Estas clases de las que hablamos las marca el Índice de Eficiencia Energética, encargado de medir el consumo de nuestros electrodomésticos. Con el avance de la tecnología se está consiguiendo que las neveras cada vez gasten menos y por ello se ha establecido una clasificación que puede ayudarnos mucho a la hora de escoger nuestro frigorífico o a la hora de determinar cuánto gasta el que tenemos:
Clase energética | Consumo (Precio anual) |
A+++ | 175 kWh (22,6 €) |
A++ | 284 kWh (36,5 €) |
A+ | 322 kWh (42 €) |
A | 374 kWh (48,5 €) |
B | 507 kWh (66 €) |
C | 646 kWh (83,95 €) |
Aunque los precios son aproximados, no hace falta hacer muchos cálculos para darnos cuenta de que la diferencia entre una nevera de clase energética “A+++” y una de clase energética “C”, está en unos 60 euros anuales.
Teniendo en cuenta que la vida media de una nevera, según los estudios, es de unos 12 años, estamos hablando de que esa diferencia entre clases nos puede hacer ahorrar la nada desdeñable cantidad de 720 euros en ese periodo de tiempo.
¿Dónde podemos ver la clase energética a la que pertenece nuestra nevera? Pues desde hace ya bastantes años, todos los frigoríficos vienen con una pegatina que se ubica normalmente en una de las esquinas de la puerta y que nos marca la clase a la que pertenece y también el consumo que va a tener de forma aproximada, establecido en kWh.
Consejos para ahorrar energía con nuestro frigorífico
Y a partir de aquí seguro que te surge una pregunta más: ¿Podemos reducir el consumo de nuestro frigorífico? Por fortuna sí. Hay una serie de pequeños trucos para ahorrar energía con nuestra nevera que vamos a tratar de enseñarte.
Desconecta la nevera cuando la situación te lo permita
Es obvio que en nuestro día a día no podemos apagar el frigorífico porque tenemos muchos alimentos en su interior y podemos acabar con ellos por querer ahorrarnos unos cuantos céntimos al día.
Pero sí que podemos apagar la nevera si nos vamos de vacaciones durante 15/30 días, porque es un periodo en el que sabemos que no vamos a tener comida en el interior y mantener nuestro electrodoméstico enchufado es un gasto innecesario del que podemos prescindir sin ningún tipo de problema.
Controla la temperatura de la nevera
Una de las cosas más útiles que nos permite nuestra nevera es el poder modificar la temperatura de su interior a nuestro antojo. Resulta bastante obvio que, a menor temperatura, más estamos haciendo trabajar a nuestro frigorífico, por lo que más nos va a consumir.
Por lo tanto, lo ideal es que fijemos la temperatura del interior de nuestra nevera en un valor intermedio, que nos permita mantener nuestros alimentos en buen estado y a la vez reducir nuestro consumo energético. La temperatura ideal para un frigorífico debe oscilar entre los 3 y los 5 grados centígrados.
¿Cuantos kwh consume una nevera al mes?
El consumo de energía de una nevera puede variar significativamente dependiendo de su tamaño, modelo y antigüedad. En general, se puede estimar que una nevera promedio consume entre 100 y 400 kWh al año, lo que se traduce en aproximadamente 8 a 33 kWh al mes. Sin embargo, este es solo un promedio y el consumo real de tu nevera puede ser mayor o menor.
Las neveras más eficientes energéticamente, como aquellas con una calificación Energy Star, pueden consumir tan solo 350 kWh al año o menos, lo que se traduce en alrededor de 29 kWh al mes. En contraste, una nevera más antigua o de un modelo menos eficiente puede consumir 500 kWh al año o más, lo que equivale a más de 40 kWh al mes.
Para calcular el consumo exacto de tu nevera, puedes usar un medidor de energía. Este dispositivo te permitirá medir la cantidad de energía que tu nevera utiliza en un período de tiempo determinado. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el consumo de energía puede variar dependiendo de factores como la temperatura ambiente y la frecuencia con la que se abre la puerta de la nevera. Por lo tanto, los resultados de un medidor de energía deben verse como una estimación aproximada y no como una medida exacta.
El costo de la energía que consume tu nevera también dependerá del precio que pagues por kWh. Si tu tarifa de electricidad es de 0.12 euros por kWh, entonces una nevera que consume 33 kWh al mes te costaría alrededor de 4 euros al mes en electricidad. Sin embargo, si tu tarifa es más alta, por ejemplo, 0.20 euros por kWh, entonces el mismo consumo te costaría alrededor de 6,60 euros al mes.
Aunque el consumo exacto de tu nevera puede variar, es importante tener en cuenta que incluso las neveras más eficientes consumen una cantidad significativa de energía. Por lo tanto, si estás buscando formas de reducir tu factura de electricidad, una buena opción podría ser invertir en una nevera con una alta calificación de eficiencia energética.
Bibliografía
- Cuánto consume una nevera | Repsol. (2022, 20 julio). REPSOL. https://www.repsol.es/particulares/asesoramiento-consumo/cuanto-consume-una-nevera/